La Verdadera Reforma de Pensiones en Chile es la Laboral. Este artículo postula que ninguna reforma al sistema de pensiones será efectiva sin antes mejorar las condiciones del mercado del trabajo. Argumenta que la raíz de las bajas jubilaciones no está solo en el modelo de las AFP, sino en los sueldos precarios, la inestabilidad laboral y las lagunas previsionales que impiden un ahorro suficiente. En esencia, la solución de fondo para mejores pensiones es crear empleos de mayor calidad y con mejores salarios.

La Verdadera Reforma de Pensiones en Chile es la Laboral

La Verdadera Reforma de Pensiones es la Laboral: Un Pacto Ineludible para el Futuro de Chile

Santiago, Chile. En medio del continuo debate nacional sobre cómo mejorar las pensiones, una premisa fundamental a menudo queda relegada a un segundo plano: la sostenibilidad y suficiencia de cualquier sistema previsional dependen, de manera ineludible, de la salud de nuestro mercado laboral. Quienes nos especializamos en la materia sabemos que, si bien los ajustes paramétricos y los nuevos mecanismos de solidaridad son importantes, la verdadera reforma, aquella que garantizará jubilaciones dignas para las futuras generaciones, es una profunda modernización de nuestra legislación del trabajo.

La ecuación es clara y directa: pensiones robustas se construyen sobre la base de un mayor ahorro previsional, y este ahorro es una consecuencia directa de la existencia de más y mejores empleos formales, con salarios estables y una alta densidad de cotizaciones. Sin abordar las rigidezas, la informalidad y la precariedad que caracterizan a nuestro mercado laboral, cualquier reforma al sistema de pensiones correrá el riesgo de ser un mero paliativo, insuficiente para resolver el problema de fondo.

El Diagnóstico: Un Mercado Laboral que Limita las Pensiones

La recién aprobada Reforma de Pensiones de 2025, que introduce un aumento gradual de la cotización con cargo al empleador y fortalece la Pensión Garantizada Universal (PGU), representa un avance. Sin embargo, sus efectos serán limitados si no se atacan las causas basales de las bajas pensiones, que radican en el mundo del trabajo:

* Alta Informalidad: Un porcentaje significativo de la fuerza laboral chilena opera en la informalidad, lo que se traduce en cero cotizaciones previsionales. Según estudios de la Subsecretaría de Previsión Social e IdeaPaís, esta realidad no solo deja a miles de trabajadores desprotegidos para su vejez, sino que también ejerce una presión creciente sobre el gasto fiscal a través de pensiones no contributivas.

* Baja Densidad de Cotizaciones: Las "lagunas previsionales", periodos en que los trabajadores no cotizan debido a la cesantía, empleos esporádicos o independientes sin regularización, son un mal endémico. La evidencia es contundente: existe una correlación directa y dramática entre la cantidad de años cotizados y el monto final de la pensión. Un trabajador con cotizaciones intermitentes, por más alta que sea la tasa de cotización o la rentabilidad del sistema, no logrará acumular los fondos necesarios para una jubilación adecuada.

* Precariedad y Bajos Salarios: La prevalencia de empleos de baja calificación, salarios estancados y una limitada capacidad de negociación colectiva impiden que una parte importante de los trabajadores pueda destinar un ahorro significativo a sus cuentas de capitalización individual, perpetuando un ciclo de vulnerabilidad.

La Mirada Hacia los Países Desarrollados: ¿Qué Podemos Aprender?

Cuando se aboga por alinear nuestra legislación a los estándares de los países más desarrollados, no se trata de una mera aspiración. Se trata de observar y adaptar modelos que han demostrado ser exitosos en la creación de mercados laborales dinámicos y protectores, lo que redunda directamente en mejores sistemas de pensiones.

Países como Dinamarca y los Países Bajos, a menudo citados como ejemplos, han implementado modelos de "flexiseguridad".

Este enfoque combina:

* Flexibilidad para las Empresas: Normativas que facilitan la contratación y adaptación de la fuerza laboral a las necesidades del mercado.

* Seguridad para el Trabajador: Un robusto sistema de seguros de cesantía que garantiza ingresos durante las transiciones laborales, junto a potentes políticas activas de empleo, como la capacitación y la reconversión laboral.

* Diálogo Social Tripartito: Un sistema consolidado de negociación entre el Estado, los empleadores y los sindicatos, que permite alcanzar acuerdos amplios y sostenibles.

En estos modelos, la clave no es la rigidez del despido, sino la seguridad del empleo a lo largo de la vida. El Estado invierte fuertemente en mantener al trabajador empleable y activo, lo que asegura una alta tasa de formalidad y una densidad de cotizaciones elevada, pilares de sus sólidos sistemas de pensiones multi-pilar.

Propuestas para una Modernización Laboral con Visión Previsional

Inspirados en estas experiencias y atendiendo a nuestra realidad, una agenda de modernización laboral para Chile, con el objetivo de fortalecer las pensiones, debería considerar:

* Un Nuevo Estatuto de Formalización: Simplificar y abaratar los costos de la contratación formal, especialmente para las PYMEs, que son las mayores generadoras de empleo en el país. Esto podría incluir subsidios a las cotizaciones de nuevos trabajadores o durante los primeros años de operación de una empresa.

* Modernización de la Negociación Colectiva: Avanzar hacia modelos de negociación ramal o sectorial, como en muchos países de la OCDE. Esto permitiría establecer pisos mínimos de condiciones laborales y previsionales para todos los trabajadores de un sector, combatiendo la competencia desleal basada en la precariedad y fomentando la formalidad.

* Seguro de Cesantía Más Robusto y Activo: Fortalecer el Seguro de Cesantía para que no solo provea un sustento económico, sino que también active mecanismos de capacitación y reinserción laboral efectivos, asegurando que los periodos de desempleo sean más cortos y no generen lagunas previsionales extendidas.

* Estatutos Especiales para Nuevas Formas de Trabajo: Regular las nuevas modalidades de empleo, como las plataformas digitales, para garantizar que quienes prestan servicios bajo estos esquemas tengan acceso a la seguridad social y coticen para su pensión, sin perder la flexibilidad que caracteriza a estas ocupaciones.

* Incentivos a la Contratación Juvenil y Femenina: Implementar políticas específicas que fomenten la contratación formal de jóvenes y mujeres, dos de los grupos más afectados por la informalidad y las lagunas previsionales, a través de subsidios a la contratación y programas de formación pertinentes.

Sin Reforma Laboral no hay Reforma de Pensiones

La Verdadera Reforma de Pensiones en Chile es la Laboral. Este artículo postula que ninguna reforma al sistema de pensiones será efectiva sin antes mejorar las condiciones del mercado del trabajo. Argumenta que la raíz de las bajas jubilaciones no está solo en el modelo de las AFP, sino en los sueldos precarios, la inestabilidad laboral y las lagunas previsionales que impiden un ahorro suficiente. En esencia, la solución de fondo para mejores pensiones es crear empleos de mayor calidad y con mejores salarios.

En conclusión, si bien la reforma previsional recientemente aprobada es un paso en la dirección correcta, es imperativo que como país comprendamos que la aguja de las futuras pensiones se moverá de manera decisiva solo cuando abordemos con valentía y visión de futuro una profunda reforma laboral. Construir un mercado del trabajo más formal, dinámico e inclusivo no es una tarea accesoria; es la condición sine qua non para saldar la deuda que Chile tiene con sus jubilados, presentes y futuros. La verdadera y más sostenible Reforma de Pensiones es, y siempre será, la reforma laboral.

La asesoría previsional debe ser entendida como una disciplina proactiva y no meramente reactiva. El experto no solo interviene en la etapa de jubilación, sino que, a partir de su práctica y profundo conocimiento del sistema, tiene la responsabilidad de orientar a las personas hacia las mejores decisiones a lo largo de toda su vida laboral. Su recomendación, por tanto, abarca una planificación financiera completa que busca el beneficio y la estabilidad para todos los involucrados.

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